martes, 30 de abril de 2013

La boda


Me voy a casar con el Gran Pez. Empecemos por ahí.
La felicidad a veces necesita de gestos concretos y creo que un casamiento es algo bastante suficiente.
De pronto, todo aquello que antes me parecía bastante tonto, hoy me parece la tontería más linda del mundo. Estamos enamorados asique yo me quiero casar, y ud? Ok, me compro la Para Ti Novias.
Resulta que habrá baile, habrá vestido blanco y habrá un hombre entrando a su hija al altar.
Y aquí el tema. El que me anda rondando como una constante. Mi viejito. Qué me importa si el hombre de la casa le entrega su hija al nuevo hombre de la casa y si la tradición de los cojones. Ese día va a ser León, el hombre más maravilloso de la tierra, quien me acompañe por el camino más lindo de mi vida, esos escasos metros hasta mi amor. Como me acompaño al colegio, como me acompañó a Ezeiza, al castillo de Villa Gesell, hasta el fondo del mar y hasta la hamaca de la plaza de Barrientos. Ojalá me pudiera llevar a upa. Mi papá me acompaño en todos los caminos que recorrí. Y este, el más importante, amerita como mínimo, recorrerlo prendida a su brazo. Mi papá también es mi trofeo y yo, el suyo. No me da más el corazón de solo pensarlo. Asique vamos pá, pero sin bastón.
Dar gracias con un fiestón esta bueno, declarar el amor en frente de tantas personas, también.
Prometer es en vano, pero intentarlo nos hace más fuertes.
Vamos Gran Pez, rompemos to-do!






viernes, 30 de marzo de 2012

Viajar, otra vez.

Armé valijas desde chica, cuando me iba a Gesell con mi familia. Seguí armando valijas de más grande y las volví a desarmar. Me gusta viajar, me gusta conocerme en realidades nuevas. Me gusta la comida del avión y me gusta pensar en lo que me espera en el aeropuerto. Me gusta escribir diarios de viaje y guardarme las caras de nuevos amigos en la cámara y en mi corazón.
Pero desde hace un tiempo que no armo y desarmo, anduve por aquí últimamente, viajando, pero para adentro.
Me dediqué a recorrer los más recónditos rincones de mis entrañas, paseé por mis venas jóvenes y saqué fotos por los pasillos de mi corazón. Fue un viaje manso y feliz.
Hoy, después de tanto recorrido, arranco un nuevo viaje. Con valijas, camas, cajas, bibliotecas y hasta una perra. Saco pasaje y chau, me voy. Me voy a viajar de nuevo y ojalá que para siempre. Me voy a la aventura de la cama calentita, la novela de las 11, la luz de la ventana, el mate con facturas, la cachorra en medio de nosotros dos, las estrellas en la pared a través de la persiana, el río y el asadito.
Me voy a viajar con el gran pez, que es el mejor contador de historias, el que me hace reír más que nadie. Me voy a viajar con él, que por sobre todas las cosas, me hace feliz como la puta madre.
Ansiosa, impaciente, quiero llegar ya. Vivir la vida con este pedazo de hombre que me toco en suerte. Y seguir sacando fotos de viaje, llenas de colores y rock and roll.

Bienvenido a mi vida Tigre.
Bienvenida a casa Miranda.




jueves, 20 de octubre de 2011

A brillar mi amor

Si lloro así, es porque la quiero como loca. Es porque se fue, chau, listo, no está. Pero también lloro porque está, está en mi vida. Lloro porque me acuerdo lo que significó, lo sigue significando. Lloro al pensar que apareció por que si y se convirtió en un pilar, un salvavidas, una perla. Se convirtió en mi indispensable. Lloro porque compartimos tanta fuerza, que se me hiela la piel. Fue mi castillo. Mi nidito donde refugiarme. La llamé llorando, eso no lo hice con nadie más. Me rescató y sin querer, me pidió que la rescate. Nadamos juntas hasta la orilla, mordiéndonos los labios, maldiciendo esta puta vida. Y un día, sin más, nos tiramos al suelo de la risa. Ya está, pasó. Compartimos tanta alegría. Tanta locura. Tanto cagarnos de risa. Tanta complicidad.
Mi perla representa un etapa en mi vida, hermosa. Y ahora que está a muchos kilómetros, mi corazón me arde bastante, me raspa. Pero me recuerda todo. Madrid, el calor, las charlas infinitas, Buenos Aires, la poesía, la esperanza, los abrazos, las carcajadas y el amor. Lloro porque voy a extrañarla con las tripas. Y lloro porque mi hermosa amiga puso su sueños en alto y voló hasta Barajas.
Lloro porque es una mujer con la que siempre quise cruzarme en la vida.
Lloro y ahora ya está, no voy a parar hasta dentro de un rato.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Hoy

No es bueno recluirse para llorar en el día de la primavera.
Salvo hoy

sábado, 10 de septiembre de 2011

Viernes en la ciudad

Salí con la Chola a comprar el regalo de Carmela, que tristemente se acerca a los 28, como yo.
El mandato fue: Complot, pilcha para salir de noche, parte de arriba, larguito. Al menos así me lo informó la Chola. Mather fucker, meternos en Complot no era una actividad tan copada para viernes por la tarde. Recorrimos durante 40 minutos los 18 mts cuadrados de local. Nada. Todo horrible, decía Chola en voz alta. Yo el sonreía a la vendedora en plan: disculpala no sabe lo que dice jiji. En eso, mientras estamos metiendo mano a las remeras tedejoelpupoalaire, aparece una vendedora y le digo: lo de liquidación solo se puede cambiar por liquidacion? Y sin haberme preparado, mi compañera de compras pega un grito: YA LE PREGUNTÉ A LA OTRA!!! Okeeeeey mi amor de mi vida. Y ella acota: nos falta dialogo gorda, nos tenemos que comunicar mejor.
Pedimos permiso a Rita por teléfono: nos podemos ir de aca? Dio el ok y partimos a Inversa, donde encontramos en seguida las prendas justas para Carmela.
Salimos con ganas feroces de Mac Donalds. No puedo seguir haciéndole esto a mi cuerpo, dije. No soporto que hables con las vendedoras como si fueran tus amigas, dijo la Chola. Esperamos a Rita sentadas en los escalones de un Fravega. Si cruzamos Pueyrredón, nos vamos a casa, mejor esperamos acá. Me contó los chismes de su amiga la divorciada. Pispeó a un cuarentón que paró a buscar un taxi con su blondo hijo. Está haciendo tiempo en la esquina para mirarme. Lo sé. Yo dije, es muy narigón.
Rita volvía de la Matanza en su Fit. Quiero vivir, tomarme una cerveza, abortamos Mc Donalds, vamos a Barrientos dijo por celular. Pensé para mis adentros, yo también quiero vivir, Rita tiene toda la razón del mundo. La cerveza te la debo, pero nos hechamos tres menú ejecutivos deliciosos. O no tanto porque las papas eran McKein, pero salía todo 39 pesos. Parecía delicioso. Está la de la pie chiquito, dijo Choli. Ya se los dije hace media hora, son boludas? No miren. Nunca nos dijiste, lo habrás pensado, dijo Rita. Nos levantamos después de pagar nuestros menúes y Choli hizo tiempo arreglandose la zapatilla. No da que no saludemos, dijo. Sí da, dije yo, obvio que da. Y nos fuimos doblando para el sentido contrario a la del pie chiquito.
Hacenos lo de 15 peso me hago alto guiso. Cuándo descubriste ese talento? Preguntó Rita. Casi me hago pis.
Llegando a casa, me llama y me lo pone al novio al teléfono para que le haga mi gracia.
In-cre-í-ble.
Viernes 23:30, no está tan bueno volver a casa mientras el mundo se prepara para salir!!!

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Para colmo

El chat de gmail me dijo hoy:
ERES INVISIBLE

martes, 31 de mayo de 2011

Ayer me dijeron

Te quiero a lo loco

(y me re copó)

domingo, 22 de mayo de 2011

Yo, al volante

Manejar me da un placer indescriptible. Lo supe antes de aprender. Sabía que iba a ser una de mis actividades preferidas. Siempre supe que iba a aprender, rápido, fácil y que me iba a salir bien. Y sobre todo que me iba a encantar.
Sí, manejar me da un placer indescriptible. Y más si el Gran Pez viene a mi lado, dormido, disfrutando el fruto de sus tan pacientes clases de manejo.
Lo que no me da nada de placer es estacionar. Me toca un fibra interna muy, pero muy.......interna, cómo explicarles. Si no me sale en la primera, puedo llegar a sentir la más profunda de las iras carcomiendome los huesos. Es ahí, en ese instante cruel, cuando la rueda toca el cordón, ahí cuando el auto hace ese pequeño rebote, ahí cuando me empieza a sudar la frente y me digo por dentro: tranquila, sali y volvé a intentarlo Miranda. Si no pasa nadaaaa!!!
Ayer a la noche, encontré un regio lugar en la calle Laprida, a dos cuadras de casa. No tenía un lugar, tenía dos! Dos espacios libres. Balizas, marcha atrás y dale con el cordón. No puede ser, si tengo doble lugar! Una vez más y otra vez al cordón. Ok, no puedo.
Negro, despertate. Eh? Que te despiertes, no puedo estacionar, estaciona vos, por favor. Dónde estamos? Hace mucho me dormi? No sé, qué se yo, estacionas vos? Por favor? No gorda, yo te indico, proba vos de nuevo, vas a poder.
Es en ese instante, en el cual mi novio quiere calmarme con el mayor de los amores, cuando veo un sujeto a mi izquierda, haciendo señas cual guardia urbana a las 3 de la tarde en la 9 de julio.
Perdón? No necesito que me ayude señor! Para eso tengo a mi novio! Ni siquiera era el trapito tratando de ganarse el mango. No, era un mengano que pasaba por ahí y le divirtió ponerse a mirar semejante acto!!!! Un mengano que seguro pensaba: por dios esta mina no estaciona más.
Pero solo le sonrei y con el cuerpo empapado en nervios, volví la mirada hacia delante e intenté por cuarta vez.
Fracasé. Y cada vez al triunfo lo veía más lejos.
No puedo, basta, por favor estaciona vos!
No, dale gorda.
Ok, pero indicame! Porque yo no puedooo! Nunca me va a saliiiiiiiiiiiiiir!
Es en ese segundo instante, en el cual mi novio seguía con santa paciencia tratando de calmarme con el mayor de los amores, cuando veo al mismo sujeto a mi izquierda. Esta vez, me hace un toc-toc en el vidrio. Y en pleno intento de estacionamiento, freno y aprieto con todas mis fuerzas el botoncito del vidrio de la ventana.
Pssssssssss. En cámara lenta bajaba y la cara del mengano se llenaba de sonrisas.
Fue ahí cuando dijo la frase, le salió como si nada, impunemente, como si yo le hubiera pedido ayuda, consejo, o algo.
NO TE PONGAS NERVIOSA QUE ES PEOR
Si.
Me dijo eso.
Me toco el vidrio y me dijo ESO.
Eran las 4 de la mañana, yo estaba representando a la peor versión de la mujer al volante y este buen señor me toca el vidrio y me dice ESO.
Lo escribo, lo recuerdo y los huesos se me vuelven a llenar de ira.
Con mi mejor cara, lo mire, le sonreí y le dije: Si me sigue hablando me voy a poner más nerviosa todavia señor. Me di vuelta, le cerré la ventana depositando toda la furia en el botoncito y le heché una mirada fulminante a mi copiloto, en plan: lo mato? o lo matas vos?
El Gran Pez, se reía. Si, cómo no reírse.
Fue tal la indignación que puse primera y me mandé a mudar. Abandoné el regio doble lugar y me fui en búsqueda de algún otro, sin guardio urbano, sin nadie que me rompa la paciencia.
Lo logré. Según el gran pez, en el lugar de la calle Aguero, estacioné de maravillas.

Sigo pensando con qué tupé se acerca el tipo y me toca el vidrio!
Sigo pensando en las millones de frases que le debería haber contestado.
Les juro que sigo furiosa.

Así, no!
Yo así, no!

miércoles, 20 de abril de 2011

Gracias a Juanita

Este blog me ha condenado a no hacerme cargo de mis problemas, no puedo más que huirles, llegando siempre, ineludiblemente a la conclusión de que yo, tan mal no estoy. No sé si es el blog, si soy yo, si es mi cabeza o si definitivamente es la realidad que me hace ver, en el instante exacto en el que intento escarvar mis entrañas y quitarles ese tumór maligno de la angustia, las miserias de los demás. Basta con echarme en la cama a pensar, que fracaso a los cinco minutos. Prendo el televisor, cuatro hombres en una casa filmados las veinticuatro horas y en otro canal, Juana Viale. En el otro y en el otro, ella también. Los cuatro hombres de la casa más famosa del país, pierden protagonismo (junto con mis problemas). Ella, embarazada de cinco meses, fue filmada dentro de un auto, besándose con otro, que no es su marido y (quien sabe) mucho menos el padre de la criatura. Vaya problemón. Embarazo, hormonas, ruptura, televisión, chismes, enojos, gritos, rumores, críticas, dolor...y todo, público. No puedo evitar pensar que Juanita, la mismísima mal parida, la está pasando mal de a de veras. Donde estará ahora? Metida dentro de su inmenso placard? Debajo de la cama? Estará llorando encerrada en el baño?
Me llama Leona, comentamos. Terrible. Sacamos conclusiones, pensamos soluciones. Tre-men.do.
Y corto. Y me quedo así, en mi monoambiente, mi mansión de cristal. Tan sola y tan acompañada. Pensando en los problemas de la Viale. Y en que los mios no se parecen en nada. Que yo soy fiel, yo no estoy embarazada, no soy la nieta de Mirtha Legrand de Tinayre, nadie se entera de mi vida. Yo solo tengo problemas, problemas de la gente común, la del otro lado de la tele, problemas que sin duda, hoy pienso gracias a Juanita, tienen solución. No, yo tan mal no estoy.

sábado, 26 de febrero de 2011

Yéndome

Dejar el hogar.
Dejar a mamá.
Dejar a papá.
Dejar a los leones y sus mil cosas.
Dejar el hogar, crecer y toda esa perorata fatal.

Cierro los ojos y pienso, por qué no puedo volver a mi infancia.
Quiero quedarme ahora mismo en esa casa, con mis hermanos y mis Barbies.
Quiero volver a ser la más chica. Enfermarme y que me pongan la tele en el cuarto.
No tener nada que hacer más que correr en el patio y quitarme el calor con la manguera.
Llorar porque no quiero comer, porque no quiero ir al colegio, porque no quiero dormir siesta.
Quiero vivir con mis hermanos, escuchar detrás de la puerta mientras se encierran con sus novias. Que vengan sus amigos a comer asado y quedarme dormida en el sillón, mientras la casa se sigue llenando a las 2 de la mañana. Quiero que me pidan imitar a Juana Molina. Que me hagan escuchar Mano Negra y Los Rodriguez. Que me reten, que me lleven, me traigan y me obliguen a dormir.

Quiero que mi papá me compre facturitas, que me alce y me lleve a lo hondo del mar.
Quiero que mamá me organice la colonia de vacaciones con mis amigas y me invite a hacer guerra de merengue después de preparar un rogel.
Quiero que me den para siempre el beso de las buenas noches.

Ya está, me voy.
Esta sí, prometo, es la vencida.

martes, 1 de febrero de 2011

El amor también viaja en avión

Una arranca y ya tiene como tres en la mira. Esa seguro se paró en un banquito y saltó con el pie derecho al dar las doce. Seguro. Viajó hasta allá, pero no lo encontró, cuestión de agujas, cuestiones del corazón. Encontró en cambio a otro, que pronto viene a visitarla y a repetir buenos ratos. Otro amenaza con tomarse un avión y buscarla. Ella ese avión lo tomó hace un año y qué atras quedó, quedará, quedaste varón. Ok, donde quedó la malaria del 2010? Toma ya Perlita, fresca bien fresquita.
La otra, pequeña y tan verde mi pajarita. Viajando directo al corazón. Con su teatro acá y su protagonista allá. Qué cosa, cosita. Vive los días en Europa como si allí viviera, sin mirar ni de reojo las maletas, sin desperdiciar el tiempo en rodeos. Aqui y ahora mi reina con su rey.
La otra, de piernas largas, volviendo con caribe y sol en las venas, esperando el reencuentro del reencuentro, llegando después de tanto esperar. Le toca hoy a ella arrastrar la valija y él, que tanto fue esperado, recibirla con ansiedad.
Mi otra mujerona, amiga y valiente viajera, prepara de a dos el equipaje, después del ruido de una gran manzana, después de tanto buscar la felicidad. Hoy se va de la mano de un amor, buscando amar ese lugar que no es suyo, que no es ella. Amando mucho, pisando firme, creyendo en el futuro. Esa es mi amiga eterna.
Y aqui yo, que ni avión, ni maleta. De cabotaje y sin extrañar a nadie, con el amor cerquita, bien pegadito. Que el viaje lo hacemos todos los días, que yo no quiero echarlo de menos, que yo lo quiero así, al lado, conmigo, así.
Así.

jueves, 20 de enero de 2011

Planeario

Yo también tengo planes.
Tengo el maravilloso plan de finalmente planear.
Planeo seguir enamorada. Planeo seguir sonriente, hacia adelante y de a dos.
Planeo comenzarme. Dejar a los leones y mudarme sola. Vivirlo, sufrirlo y disfrutarlo.
Planeo invitar a mis amigas y convidarles con  bizcochuelo y coca light.
Planeo trabajar de lo que me gusta y con eso pagarme el alquiler, el biscochuelo y la Coca.
Planeo usar las Nike que me regaló el Gran Pez. Ocuparme de este cuerpo. Usar crema hidratante, al menos.
Planeo nadar mucho en el río, sacarle fotos a mi amor, hacerme un tatuaje, ahorrar, adelgazar, cocinar. Retomar el portugués y la guitarra, leer los Pichiciegos y todas las de Almudena.
Planeo dejar la terapia y comprarme en cuotas una computadora. Planeo devolver la plata que debo.
Planeo madurar, completar los ciclos que dejé por la mitad, recolectar las monedas que cayeron después de tanto andar, ordenar algunas piezas, poner la cara al sol y creer en mí, que al final de cuenta, tan mal no estoy.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Amor en su justa medida.

Navidad. 
El Gran Pez dialoga con su sobrino de 2 años.


GP: Tati, nososotros somos amigos, no?
Tati: Si


GP: Y nos queremos mucho, no?
Tati: Si

GP: ¿Cuánto?
Tati: 5 metros.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Pensar de vez en cuando

Es domingo y el plan que tenía, se suspendío. Cambio de rumbo. Qué hacer con estas 24 horas por delante totalmente libres. Ordená el ropero, piensa mi cabeza. Sentate a organizar tu futuro, me dice mi novio.
Vaya tela. Diría Amparo. Organizar el futuro.
Pienso, entonces. Me acuesto a pensar.
Pienso que no tengo dinero. Que son las 2 de la tarde y que debería almorzar.
Pienso que se va David y que realmente me da tristeza. Que le cortan una aleta al gran pez. Y que qué va a pasar sin el gringo en Buenos Aires.
Pienso en Villa Soldati. En que este mundo es una mierda. Pienso en lo que dijo Lina, que a la humanidad le falta humanidad. Y pienso que de nada sirve pensar. Hay injusticia ché, mucha injusticia.
Pienso en lo que me dijo mi novio que debería pensar.
Pienso que es raro sentarse con un papel en frente y organizar una vida.
Pero por algo se empieza. Pienso.
Hay futuro con un ropero revuelto en el presente?
Allá voy. A por el ropero y unos fideos tirabuzón.



(Gracias Magui por Liniers)

jueves, 2 de diciembre de 2010

Cool morning

Pidió turno en Cool Cats (que como su nombre lo indica, allí cortan el pelo a gente muy cool, de la televisión y de la vida real, como mi madre). Pidió por Verónica. La hicieron esperar unos quince minutos en la sala de espera. Al rato viene Verónica, le dice algo que no entiende y se retira por la puerta de entrada. Ella sin entender sigue esperando. Pasa por acá, le dice un muchacho de pelo engelado. Qué te vas a hacer? Corte, contesta ella.
El muchacho le lava el pelo, le pone la bata, la sienta frente a un espejo, le deposita la revista Gente en la mano y la abandona. Ok, a esperar a Verónica entonces, piensa.
Su turno era a las 10:30, ya casi eran las 11. Qué pasa? Me cobran 70 pesos el corte y Verónica se da el lujo de ir a comprar cigarrillos? Ok, no pasa nada. Tranquila.
Pero los minutos seguían corriendo. La ira la iba carcomiendo y los posters de las modelos en las paredes se le venían encima. Setenta pesos, se repetía en la cabeza, se-ten-ta. Donde %&$/Ç está Verónicaaaaaaa???
No aguantó, mi madre no aguantó.
Muy delicadamente se levantó, se retiro la batita, dejó la Gente sobre la silla, se acercó a la recepcionista y con la mejor sonrisa del mundo le dijo: Decile a Vero que yo me voy yendo, si? Y que por favor, se vaya a la reputa madre que la parió. Cariñooos!!!

¿Cómo quieren que yo no sea quien soy con la madre que me ha parido?

viernes, 26 de noviembre de 2010

La llorona

Viernes. Doce menos cuarto de la noche.
Entré al baño sin prisa, cerré la puerta y antes de sentarme, la escuché.
El sonido entraba por la ventana.
Me senté despacio, sin siquiera quitarme la bombacha.
Me quedé quieta, como si pudiese de esa forma, escuchar mejor.
Ella lloraba, quién sabe, la del quinto, la del primer piso, la del edificio lindante.
No sé cual de todas. Alguna, lloraba. Triste, acongojada. Con pausas, con fuerza.
Me quedé así, tiesa durante varios segundos. Y empecé a delirar con hipótesis acerca de su llanto.
Desamor, engaño, traición. Tal vez muerte. Soledad, amargura.
O quiza, simplemente, se le quemó la comida. Se le suspendió la fiesta. O se agarró los dedos con la puerta del baño, que casualmente esta abajo del mío.
Ella lloraba. Yo me agarré el pecho, me mordí los labios y fruncí las cejas. Pobre, pensé, pobre cómo llora. Pobre. Su llanto me llegaba hasta los huesos. No había ningún otro ruido en todo el aire y luz. El eco lo exageraba, las paredes me lo traían hasta mi séptimo piso. Pobrecita.
No quise escuchar más, de qué servía. Finalmente combatí ese espíritu chusma que me caracteriza y me fui del baño. Sin lograr mi cometido más primitivo, al fin y al cabo.
Entonces volví a mi cuarto para relatarlo y al terminar de escribir pensé, habrá sido una película que alguien estaba viendo? Habrá sido alguna escena de los Puentes de Madison? O el canal Volver con alguna novela de Andrea? Habrá sido el llanto que salía de la tele?
Prefiero quedarme con el primer relato, con mi vecina desgraciada.
Sino tengo que borrar todo esto y quedarme sin anécdota.
Pero habrá sido que....
No, era muy real.
No, pero perfectamente pudo haber sido....
No, no. Era real.
No sé.

martes, 23 de noviembre de 2010

Los martes de Belela

El ritual se repite, como cuando tenía su edad.
Todos los martes y jueves, después del colegio iba a lo de mi abuela Memé.
Hoy la Kiki y el Mono repiten la historia, un tanto más moderna, aggiornada, más 2010.
Cada martes a las seis de la tarde se aparecen en casa, después del pool que hace su abuela por sus respectivos colegios. Se sientan en la mesa verde, piden el juguito del Tata y sus tostadas con manteca y azucar. Más, piden. Son unas lijas. La televisión prendida, futbol, casi siempre. El mono es un fanático y la Kiki, la verdad que sólo piensa en sus tostadas, no presenta queja. Asique, con grandisimas excepciones, no hay peleas al respecto.
Y cada martes se repite la magia. Las conversaciones, los juegos, los diálogos, las preguntas, los planteos, las peleas.
Jugamos a que yo era Messi, dice el Mono. Kiki pone cara de circunstancia, dónde entra Blanca Nieves en una cancha de 11? Dale, qué te pasa. Es que me parece que quiero jugar a otra cosa. Dale, encima que te dejo ser del Pincha Rata, qué más querés? Me pregunto si realmente el Mono piensa que con eso está convenciendo a su prima de que jugar al futbol es realmente el juego ideal. Y si, ahi va la pequeña a hacer que juega al futbol.
No es injusticia, no. Al contrario, es la equidad misma. Ya bien pasa el Mono su rato jugando al alumno y la maestra, casi siempre en dirección, lugar al cual le encanta mandarlo la Kiki. Que cosa teníamos las niñas con el tema del reto, como una especie de placer por la venganza, el morbo del castigo a los alumnos. Vivía mandando a pensar a mis osos. Adoraba gritarles y escribiéndoles notitas en cuadernos invisibles.
El Mono y Kiki son primos y se aman. Y aman a su abuela, la de todos los martes. E intentan incluirla en sus actividades, como hoy, que ponen los Simpson en la tele y le dicen: Vení que este programa te va a gustar, Bart va a una escuela católica. La belela se ríe, les sigue untando la décimo cuarta tostada y vuelve a reirse.
La tarde termina en la cama grande, donde ahora los dejo. Los tres de charla, le piden a Belela que cuente cuando sus papás eran chicos. Se enroscan en sus piernas, la miran fijo.
El mono se cansa....jugamos un partidito en la cama? Y las chicas se prenden gritando: HU-RA-CÁN! HU-RA-CÁN! Una batalla campal en la cama. Me retiro, a ver si todavía me invitan a jugar...!

Adoro pensar que mi abuela me quería así.
El ritual se repite, las abuelas también



martes, 16 de noviembre de 2010

jueves, 28 de octubre de 2010

La abanderada de los ignorantes

Ayer escuché a una chica, militante política, decir en un programa de televisión: "Si sos joven y no militas, qué estás esperando?". Me quedé mirandola fija, después viré la mirada hacia el piso y me quedé pensando. Callada, por dentro y por fuera. Militar. Cómo, por qué, por quién.
Se murió Nestor y yo no sé qué pensar. Me defino tristemente como una ignorante. Alguien que intenta dejar de serlo, pero no puede. Alguien que busca oír campanas, que intenta con todas sus fuerzas no tirar para el lado más fácil. Aguien que quiere saber la VERDAD, la posta. Alguien que quiere armar un bandera y gritar a favor de alguien.
Pero aún no lo logro, porque no entiendo nada, porque todo me confunde, porque todo me huele sospechoso, la derecha, la izquierda, arriba y abajo.
Y me pregunto, donde nos situamos los ignorantes. Dónde estamos?
Una vez me dijo uno de mis hermanos, algo asi como, no tomar una postura, es tomar una postura en sí. Que si una lancha se queda en medio del mar, sin motor, no se queda en ese lugar, sino que se mueve, indefectiblemente para algun lado. Entonces yo pienso, para qué lado voy, para donde está yendo mi lancha sin motor? Me muero de ganas de prenderlo y darle derecho a la dirección elegida.
No está bueno, queridos compañeros ignorantes como yo, quedarse ahí, en medio del mar diciendo: ni idea.
No está bueno no poder opinar, no poder llevar una camiseta.
No está bueno repetir palabras que escuchamos en la mesa, como si fueran nuestras.
No está bueno hoy llorar a Nestor porque sí, no está bueno odiarlo, porque es lo que escuchamos y leemos.
No está bueno ser ciudadano, mayor de dieciocho años, y no saber a quién votar, porque no tenemos ni idea qué es la política.
Hoy no pensé en Nestor. Hoy pensé en los argentinos, en el champagne de los que festejan, en el llanto de los de plaza de mayo, en las peleas, en el fervor, en la disparidad, en la ironía. En la lógica, en la razón y en los sentmientos. Y pensé sobre todo, en los que no sabemos qué pensar. ¿Qué mierda estamos esperando?

martes, 21 de septiembre de 2010

Julia

Con la calma de la medianoche, me quité los anteojos en cámara lenta. Los apoyé al costado de la computadora. Me apreté el entrecejo con el pulgar y el índice, no sé si dolía, pero es lo que se debe hacer cuando uno se quita las gafas. Miré una vez más la pantalla, fruncí la mirada, las letras parecían gruesos renglones y las palabras habían desaparecido, del escrito y de mi cabeza. No podía seguir. No quería hacerlo. Miré el reloj, me enfurecí al darme cuenta de que era más temprano de lo que pensaba. En el fondo deseaba que fuera tarde para poder echárselo en cara. Pero sólo habían pasado nueve minutos desde la última vez que hice el mismo ritual de los anteojos. 
Me levanté, fui hasta la cocina a buscar algo. Cualquier cosa que hiciera correr el tiempo. Mandarina o banana. La mandarina requeriría más atención. Me senté entonces a llenarme los dedos de olor a verdulería y se me humedecieron como si hubiese nadado una hora entera. Aproveché y lloré unos segundos. Como si la fruta me hiciera de justificativo. En eso sentí el ascensor y me agarré el pecho con la palma mojada. Quieta, inmóvil, muerta, parecía muerta. Aguardé diez segundos sin respirar. Veinte y comencé a contar. Veintiuno, veintidós, veintitrés. Paré. La remera ya estaba impregnada de mandarina. No podía cambiar la posición. Se me heló el cuerpo. Si me movía quebraría mis huesos. Permanecí estática durante quién sabe cuánto tiempo, con la mano en la clavícula, la otra en el plato sucio, las piernas tiesas y la mirada perdida en el zócalo del comedor. 
Poco a poco fui perdiendo la intención y comencé a deslizarme por la silla, como quien va derritiéndose. Terminé inerte en el piso, sin saber qué hacía. Seguí contando los segundos, pero el ascensor no se volvió a oír. Al menos no, durante el tiempo que tardé en dormirme.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Fotos, esa es la constante.

No puedo parar, me hace feliz, me maravilla, me sorprende, me revuelve, me hace salir de mi misma.
Me HACE.
Quisiera escribir algo más elocuente, pero esa es mi llana verdad.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Veinticuatro años con Rita


A los 3 te vi por primera vez, ni sospeché que ibas a ser mi Rita, los siguientes 24 años.
Ya nos gustaba el mismo chico, en sala de 4, un tal Federico. Pobre hombre.
A los 5 ya empezamos a soñar con nuestros principes azules y convertimos a un maniquí de telgopor, en nuestro marido de turno. Que clara la tenías con el tema chape, Rita. Como amaste a ese santo hombre.
Nos cambiamos juntas de colegio, como dos siamesas inseparables. Viajamos siempre unidas por los mundos más fantásticos, como Ciudad Gótica (siempre me toco hacer de Robin, cuando en el mejor de los casos no era el batimovil) o el pais de Jem and the Holograms, fingiendo que eramos asediadas por nuestros fans.
Siempre te admiré por tu destreza física, eras la mejor en el minitramp. Me gustaban tus Reebok negras y las Traviata de manteca y azúcar que nos preparaban en tu casa. A los 8, me llevaste lejos de casa por primera vez, me hiciste enamorar de un petizo llamado Carboncito que me hizo trotar por primera vez en mi vida, olvidandome que extrañaba a mi mamá.
Fuiste mi primera invitada a dormir. Tenías yeso y hasta el día de hoy, sospecho que la pasaste mal, hubieses preferido que te pasen a buscar en medio de la noche. Te la bancaste.
Yo me quedé todos los recreos en el tercer piso, acompañandote a vos y tus muletas. Leyendo cuentos de terror y cambiando stickers con felpudito. Siempre tuviste los mejores.Y seguro, me regalaste alguno, sin pedirme otro a cambio.
Siempre tuviste ese espiritu caritativo con tu amiga, que a diferencia tuya, que eras la mas grande, tenía cinco hermanos arriba y los útiles perfectos, nunca habían sido su fuerte. Recuerdo como si fuera hoy, las veces que tirada en el piso de la clase, me recolectabas lápices de colores y me los traías, como chiches nuevos a mi cartuchera. Me hacías feliz.
De más grandes seguimos intactas, hermanas y amigas. Compañeras de banco, de horas de estudio, de tardes de teléfono y de chats. Nos pusimos de novias casi al mismo tiempo. Y el pobre maniquí de telgopor quedó enterrado en el pasado.
Elegiste medicina, yo educación. Ninguna de las dos terminó dedicándose a eso, vos seguiste con la comunicación y yo con la fotografía.
Juré que a los 21 nos mudábamos juntas, pero la vida nos encontró mejores opciones.
Ya tenemos 27 y nuestras mamás nos siguen viendo como las dos flacuchentas que chusmean en la foto aquella del acto de gimnasia. Que lastima que no la tengo.
Sos mi incondicional y eterna compañera de banco Rita. Mi compañera de vida hasta que Dios asi lo quiera.
Mientras, me imagino el futuro, siempre una al lado de la otra, con tus hijos, mis sobrinos, tu marido, también mi amigo, tu casa con jardín, donde festejo mi cumpleaños, nuestras mamás más grandes, con las que por fin jugaremos a la canasta. Y tu abrazo siempre listo, como a los tres años.

Te quiero hasta el infinito y más allá.
Perdón este post improvisado, apurado, pero de corazón.
Sé feliz mi amiga del alma, para eso estás hecha.

sábado, 28 de agosto de 2010

En el horno

Te proponés algo, le ponés confianza, perseverancia, constancia, ganas, fuerza, vaya que le ponés fuerza y sobre todo tiempo, más del que te creías capaz. Te tienta la desesperanza a veces, pensás que no lo vas a lograr, pero seguis, firme ahí, poniendole huevo, sin abandonar la causa. 
Y qué pasa? zaz, al carajo con todo. Tanto tiempo para qué, tanta energía mal gastada sin sentido. 
No sé, hoy estuve pensando eso mientras intentaba prender el horno. Diez fósforos gasté y terminé calentándome un café con leche en el microondas, como comida del sábado a la noche.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Al gran pez

Hoy, mi sol y mis lunas llenas, te vas corriendo hacia tu sueño.
Uno más en tu lista, uno menos pendiente. 
Tus ganas son mis sonrisa. 
Tu energía sin fin, una locura. 
Tu aliento, mi motor.
Y tus logros, son mi orgullo.
Brindo por tu imaginación, que se caga en lo imposible.
Por ese peligro que no sentis jamás.
Por el terror que me agarra cada vez que pedis un deseo.
Por las cosas que se te van cumpliendo, como si lo de la pestaña realmente funcionara.
Brindo por tu espíritu emprendedor, que compra islas, ríos, canoas y morochas porteñas, como yo.

Felicidades negro bello.
Te mereces el delta entero. 



jueves, 19 de agosto de 2010

"CLARA, NO TE LO VUELVO A DECIR"

El canino hacía pipí en el árbol, la dueña no hacía más que tirar de la correa para que Clarita corte el chorro y siga camino.
Punto uno, no le ponés CLARA a tu pichichooooo!!
Punto dos, no se lo vuelvas a decir, no, porque no habla español, mother fucker, es un maldito perro!!!!!!

viernes, 13 de agosto de 2010

Fin de semana long

Voy en el 152. Quedo sentada en suerte, del lado del pasillo. A mi lado, dos norteamericanos hablan, como si el mundo fuese todo en inglés.

Yanki 1: Monday is feriadou
Yanki 2: Oh, feriadou?
Yanki 1: Yes, because...mmm.....San Martin was a fucking libertador.
Yanki 2: Oh, grate.

Yankies go home!!!

martes, 3 de agosto de 2010

Feria y Blog

Se larga la IX Feria de Libros de Autor
Ideal para los que saben disfrutar de buena fotografía.
Nos vemos ahi y en el blog!

http://fotolibrosdeautor.blogspot.com/



(Pincha, para más información)

viernes, 30 de julio de 2010

Princesa mía

Cuando te vi por primera vez, tan tu papá, tan perfectamente bella, tan parte de mi alma, me agarraste la mano por inercia, me envolviste el dedo índice y seguiste durmiendo sin saber si era baires o madrid. Hoy te dormiste otra vez, agarradita a mí, ya con la mano de una hermosa mujer, firme como tu temperamento, dulce como la más bruta de tus carcajadas. Te dormiste, mi reina, secándote las lágrimas. Te prometo que mañana ya no llueve, mañana salimos de paseo tomadas de la mano y si querés, no nos soltamos nunca más.

miércoles, 14 de julio de 2010

Agarro y me voy


...unos días de paseito por Jujuy.

martes, 13 de julio de 2010

Yo. Cumpleañera

Me plantaron estrellas en el techo.
Me abracé al gran pez por larguísimo rato.
Me regalaron una colonia para bebé. Un saco de dos amigas especiales. Y un cigarrillo con nombre.
Me devolvieron una bolsa y la volví a perder esa misma noche.
Me salió humito por la boca. Estrené guantes.
Caminé por Villa Ortuzar.
Me sacaron una foto junto a una torta de limón hecha por alguien que desde hoy comencé a querer mucho.
Vi fotos de un japonés. Suspiré.
Vi mis fotos en pantalla grande y fue terapéutico.
Enseñé el waka waka a mis alumnas de 4to grado.
Eché a una niña uniformada de la clase y no me hizo caso, se puso a jugar al elástico al instante.
Almorcé quesadilla de calabaza, choclo y miel.
Me pedí un cortado y lo dejé a la mitad.
Me compré toallitas en una farmacia de la calle Carransa.
Cargué la batería del celular en el auto.
Abrí EL REGALO y lloré como un bebé. Me sentí la mujer más afortunada del planeta, por el regalo y por el regalante, incondicional y maravilloso.
Me entristecí por algunas cosas.
Hablé mucho por teléfono, dije: gracias - no sabés - zarpado - veintisiete - sobrinos - carajo - no pasa nada - chocha - vos estás loco.
Me escribió en el facebook un amigo de mis papás que es antipático. Me escribió una compañera de primaria y también mi catequista de mi comunión. Me escribió alguien que nunca vi en mi vida. Me escribió gente que quiero mucho.
Mi tía se olvidó.
Mi hermano mayor me llamó tres veces sin conseguirme, a la cuarta me dijo que ya no tenía nada para decirme y me cortó.
Marcita me dijo: Te quiero, acá te queremos todos. Y si tuvieramos una mascota también te querría.
Perla me dedicó un post en su blog.
Leona hizo torta de peras.
Me regalaron crema depilatoria.
Cobré 50 pesos.
Me saqué una foto en el espejo.
Pedí seis deseos.
Abracé al portero mientras le decía: decime feliz cumpleaños.
Comí de más.
Me emocioné.
Hoy no hice caca.