Ayer escuché a una chica, militante política, decir en un programa de televisión: "Si sos joven y no militas, qué estás esperando?". Me quedé mirandola fija, después viré la mirada hacia el piso y me quedé pensando. Callada, por dentro y por fuera. Militar. Cómo, por qué, por quién.
Se murió Nestor y yo no sé qué pensar. Me defino tristemente como una ignorante. Alguien que intenta dejar de serlo, pero no puede. Alguien que busca oír campanas, que intenta con todas sus fuerzas no tirar para el lado más fácil. Aguien que quiere saber la VERDAD, la posta. Alguien que quiere armar un bandera y gritar a favor de alguien.
Pero aún no lo logro, porque no entiendo nada, porque todo me confunde, porque todo me huele sospechoso, la derecha, la izquierda, arriba y abajo.
Y me pregunto, donde nos situamos los ignorantes. Dónde estamos?
Una vez me dijo uno de mis hermanos, algo asi como, no tomar una postura, es tomar una postura en sí. Que si una lancha se queda en medio del mar, sin motor, no se queda en ese lugar, sino que se mueve, indefectiblemente para algun lado. Entonces yo pienso, para qué lado voy, para donde está yendo mi lancha sin motor? Me muero de ganas de prenderlo y darle derecho a la dirección elegida.
No está bueno, queridos compañeros ignorantes como yo, quedarse ahí, en medio del mar diciendo: ni idea.
No está bueno no poder opinar, no poder llevar una camiseta.
No está bueno repetir palabras que escuchamos en la mesa, como si fueran nuestras.
No está bueno hoy llorar a Nestor porque sí, no está bueno odiarlo, porque es lo que escuchamos y leemos.
No está bueno ser ciudadano, mayor de dieciocho años, y no saber a quién votar, porque no tenemos ni idea qué es la política.
Hoy no pensé en Nestor. Hoy pensé en los argentinos, en el champagne de los que festejan, en el llanto de los de plaza de mayo, en las peleas, en el fervor, en la disparidad, en la ironía. En la lógica, en la razón y en los sentmientos. Y pensé sobre todo, en los que no sabemos qué pensar. ¿Qué mierda estamos esperando?
Miranda, nadie nos enseña a pensar, nadie nos enseña a emocionarnos, sólo absorbemos imágenes de otros emocionados, pensando, que nos hace creer que ahí hay algo bueno, que debe estar pasando algo interesante. Algo de eso hubo y hay todavía en la Plaza con toda la gente que entra a despedir a uno y a abrazar a otra. En esas lágrimas, en esos aplusos, en esos llantos debe haber algo bueno, algo que los hizo movilizarse, que los hizo esperar tanto, que los hace llorar de emoción. Y eso no es fácil de conseguir, eso es claramente "vincularse" con algo, con alguien, con un proyecto, y eso está ahí miranda, pasa todos los días, está sucediendo. Yo tardé muchos años hasta que pude llorar porque se fue un tipo como este; no lo había encontrado antes, y tardó en llegar la oportunidad eh. Pero vos te equivocás Miranda, no se aprende a pensar, se aprende a vincularse, se aprende a elegir cómo mirar el mundo. Vos pensás todo el tiempo, por eso escribís, por eso sacás fotos, sólo tenés que seguir por ahí, y afinar el oído, aclarar la mirada y dejarse llevar por tu emoción. Ahí donde esté tu emoción, estará tu pensamiento. Buscá la emoción Miranda, vinculate con la emoción, con el placer de la pasión. Nadie está sólo sin pensar, está sólo si falta la emoción. Te quiero como siempre.
ResponderEliminarmuchas son las campanas y todas defienden sus postura como verdad, porque el que realmente hace política lo hace creyendo fielmente en el modelo que defiende, en su proyecto, en los ideales en los que se basa, en su concepción natural del hombre por tanto no hay una única verdad miranda sino la que vos sientas que te representa y la única forma de elegir una postura es nutriendote de todas, oir todas las campanas, repasar la historia, leer, informarse poder discernir y así decidir para que lado dar el volantaso, porque te podes quedar en el medio del lago sin embargo el bote aunque todavia no puedas verlo esta apuntando para algun lado.
ResponderEliminarmi barquito en el medio del mar se mueve a remo, no a motor. Y a pesar de eso, hoy me enfoqué mucho más en lo q vos te enfocaste, que en la persona de Néstor. Hoy pensé mucho sobre la tolerancia, sobre como tantos tan iguales, somos tan distintos, y sobretodo en como debería tratar de abrir mi cabeza. Vos al menos ya arrancaste!
ResponderEliminarCuando yo era chica, (hace cien años) existía una muñeca que se llamaba Linda Miranda y que se le ponía una pila y caminaba. La publicidad decía "Linda Miranda, es linda, mira y anda".
ResponderEliminarmirandita, si tuviera que buscar una palabra entre muchas para definirme me definiría exactamente así, como una militante. me crié en una tradición política muy fuerte como el peronismo, que dificilmente se racionaliza y eso que estudié ciencia política, que más bien, se vive, se padece en el mejor y peor sentido de las pasiones. y lo que me define como militante es que en general me siento mejor formando parte de proyectos colectivos y para colectivos. eso es la militancia para mí, no me inquieta saber en qué voy a trabajar en los próximos diez años, ni si voy a tener más o menos arrugas o si voy a poder comprarme algo o viajar o no, me inquietan sí los amores, los amigos, la esperanza y sentir esa complicidad, esa fuerza que te viene inesperadamente de afuera cuando una se siente parte de un sueño colectivo. Y quizás también mi militancia eterna la definan algunas preguntas, éticas, políticas por sobre otras preguntas que son legítimas, claro está.
ResponderEliminarestuve los dos días en la plaza justamente por eso, porque creía firmemente que tenía que estar ahí para apoyar lo que se hizo, porque como me dijo una amiga acongojada esa primera noche, la cosa no está para tibios y también estaba ahí de cuerpo presente por lo que vendrá y porque prefería templar mi tristeza entre compañeros. La militancia no se explica, te atraviesa cuando empezás a recorrer un camino con otros. No es un camino fácil, es un camino en el que a veces te encontrás enfrentado a amigos, vivís deslealtades, discutir con voz baja, con voz media, con voz alta, pensás, tomás posiciones, te la jugás … a veces en medio del barro y volvés a barajar y a actuar y en esa acción podés ser genial y cambiar algo mínimo de nuestra cotidianeidad pero también llegar a equivocarte y qué garrón. pero quién dijo que la vida era fácil y cuánto vale cuando tu posición gana en una asamblea o cuando un compañero te agradece o cuando te apapacha una compañera en un momento de mierda, de cansancio, de quebradura. en fin, vale mucho la pregunta, vale.
adhiero a haragana y a marcita.
ResponderEliminarel motor de tu lancha es la curiosidad. una vez que arranque vas a empezar a definirte. no esperes más!!!
La adultez trae aparejadas responsabilidades, y una de ellas es informarse, leer, escuchar, para así poder formar un pensamiento crítico. Como toda responsabilidad, depende de uno hacerse cargo o no. Hay que decidir, como siempre.
ResponderEliminarPaula
Hola Miranda
ResponderEliminarMe gustó mucho lo que escribiste. En el blog de La Flecha estabamos reflexionando sobre el tema de la participacion social y polítiac en base a una investigacion sobre los jóvenes.
Tome el texto de "Abanderada... y lo postie allí citando la fuente y poniendo el link de tu blog.
Si queres pasa.
Abrazo.
Hola Miranda
ResponderEliminarMe gustó mucho lo que escribiste. En el blog de La Flecha estábamos reflexionando sobre el tema de la participación social y política en base a una investigación sobre los jóvenes.
Tome el texto de "Abanderada... y lo postie allí citando la fuente y poniendo el link de tu blog.
Si queres pasa.
Abrazo.