miércoles, 3 de febrero de 2010

Como si fuera poco

Además de toda esta mierda que estoy pasando, el kiosquero no vuelve.
Y aunque me haga la boluda, estoy teniendo la aterrorizante sospecha, de que no se fue de vacaciones. Mirá si renunció y el kiosquero no es más kiosquero, se cambió de trabajo y hoy está trabajando en un video club cerca de su casa, en Berazategui. Y nunca más lo veo.

Ok.

Bueno.

No repunto en mi puta vida.

2 comentarios:

  1. Vamos Miranda. Se repunta, hay que repuntar. No será el kioskero de beraza, será el que levanta quiniela al lado de tu casa. Igual,lo esperaría un poco más al kioskero, por qué elkioskero no puede tomarse unos 15 días/1 mes? Quizás lo desconocemos pero los kioskeros tienen un sindicato fortachón como los porteros. En fin, de mientras pensá como arranca esto, si por una pregunta filosófica sobre los roklets, los chicles en general no garpan, los chocolates puede que sí.

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  2. Que tendrán los kioskeros que se vuelven atractivos? la posesion (al menos virtual) de tanto azucar junto? la forma de devolver el cambio rozandote la mano? su ritmo al destapar las bebidas? su parentezco con el gremio de los porteros, autorizados a mironear sin pudor?

    No te aflijas Miranda, que si hay algo que abunda en esta ciudad, son los kioskos. Y ojo al piojo que puede haber un "25HORAS" a la vuelta de la esquina...

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