jueves, 14 de enero de 2010

Elijo el recuerdo

Mejor buenos recuerdos, que un pasado perdido, dice Pedro Guerra. Y que no hay nostalgia peor, que añorar lo que nunca jamas sucedió, dice el otro. Entonces qué, mejor frenar a tiempo para llevarse en el corazón solo sonrisas y un rostro brillante en la memoria? Qué hacemos? Congelar como si fuera una foto ese momento feliz y guardarlo en la valija con papel manteca para que no se arruine. Y una vez de regreso, sacarlo y colgarlo al lado de la cama, para traer a la conciencia de a ratos, eso que fue alegría y color.
Pero qué pasa si en vez de congelar, saco la pausa y la escena sigue, unos años más. Me ahorro añorar aquello que nunca pasó, o no? Lo compruebo, lo vivo, lo experimiento. Y qué pasa si la escena se vuelve oscura y la película se torna de terror. No hay foto que la salve, ya no puedo congelar nada. Solo serían noches de insomnio en verano, recordando aquellas tomas estropeadas de una película mal grabada en el cine.
Pero qué pasa si la película finalmente terminaba en un parque, él leyendo un libro, ella recostada con la cabeza en sus pies y sus manos sobre su panza de 8 meses. Qué pasa si yo era Julia Roberts y le puse pausa. Ah, te moris. Por suerte nunca lo sabré.
Entonces prefiero pensar que Huge Grant se volvía panzón, alcohólico y violento. Ella, madre de mellizos, abandonada por su marido y drogadicta.
Yo mejor le pongo pausa en la parte que se besan de noche en el jardín. Qué mejor recuerdo que ese, radiantes los dos, alegres, sin apuro, ellos mismos, tal cual son, sonrientes, deseandose el uno al otro, con ganas de un para siempre, pero sin certezas ni expectativas. Sonriaaaan....click!!


A mi me gusta recordar, cómo voy a ser tan idiota de no acceder a aquellas páginas del best seller de mi vida. Es cierto que por momentos dan ganas de arrancarse el corazón del pecho, al pensar que sucedió empíricamente y hoy está tan lejos de la realidad. Pero es gratis meterse en esa película y es increíble disfrutar de esa noche, con la luna llena, llegando a esa ciudad, con la emoción al borde del colapso, con el pecho ensanchado de sueños. Cómo no lo voy a hacer......

Pero qué pasa, qué pasa si esos recuerdos que guardo en la mesa de luz, no son tan brillantes, ni tan alegres, ni tan de colores. Si eso pasa, cierro los ojos, doy vuelta la foto y sigo durmiendo. Mañana pongo otra nueva. Esa, que estoy mirando a la cámara, con un pañuelo en la cabeza, pensando en lo feliz que la vida puede ser con tan solo mirar el mar.

4 comentarios:

  1. nostalgia, añoranza, memorias
    para qué te leí esta noche de verano solitaria, miranda!!! para qué!!!

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  2. Simplemente.... Brillante!

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  3. recuerdos ya la palabra da a nostalgia pero es tan lindo tenerlos nos recuerda que vivimos... asiq yo voto porque sigamos acumulandolos, eso tienen de bueno, nunca se agotan simepre se renuevan, hay que ir para adelante en busca de nuevos momentos que despues inevitablemente seran recuerdos

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  4. si valen la pena los recuerdos... y Dios sabe q pueden ser realmente una pena, a veces.. pero siempre estaran ahi, asiq mejor disfrutarlos de la manera en q se pueda..

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