Le dijo que lo esperaba, quietita con su maleta y sus dos pulseras, una de colores y otra de madera. Esperaba que la vea entre tanta gente, sea como sea. Esperaba que él busque sus ojos entre la marea. ¿Y si no la reconocía? Llevaba su pelo distinto, tal vez no era la misma, pero el tiempo no se le había perdido y es mucho lo que había recorrido, solita, tranquila.
Ya pasó mucho tiempo de ese encuentro y en vez de pulseras, hoy lleva dos pequeños en sus manos, uno de cada lado, una de siete y otro de cuatro. Es mucho más lo que ha recorrido y mucho lo que aprendí a quererla. Allá lejos, pero tan cerca. Tan personal, tan única, tan como yo y como muchas. Me gustaría haber dado pelea como ella alguna vez. Supongo que debe estar bueno mirar para atrás y ver esos piecitos que llegaron al aeropuerto y esos mismos hoy, corriendo por Madrid.
Feliz cumpleaños chati, por muchos más........!
Te quiero un montón
la ceci incondicional
ResponderEliminarla que mis piecitos quieren imitar
feliz cumple!!!
Me emociona. Yo también te quiero y pelea vaya que has dado, Miranda.
ResponderEliminarQué lindo Miranda lo que escribiste, sos un amooooooooooor. Madre
ResponderEliminarMuy lindo!
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