martes, 22 de junio de 2010

Asqueroso

Me preparé un té, no por el té en sí mismo, sino para usarlo de líquido para mojar las galletitas. Me pasó que metí la primera y al instante el té se lleno de "cositas" negras. Tales, eran ni más ni menos que mínimas hormiguitas. Me tenté en sacarlas con la cuchara, pero pensé en qué me hubiera dicho cualquier persona que esté a mi lado: "tirá el té Miranda". Lo hice. También me deshice, con muchísima tristeza, del paquete de Sonrisas. Estaba repleto de hormigas.
El temita, más grave aún, es que mientras calentaba el agua para el té, como quien no quiere la cosa, picotié un galletita. Pumba, a la boca. Y a disfrutarla.
Dicen que ojos que no ven, corazón que no siente, no?
Y acá estoy, sin desayuno, ni nada. Me voy a la calle a ver si me espera algo mejor.

8 comentarios:

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  2. Quien no ha comido una tostada que cayó de improviso al piso del lado de la mermelada?
    Hay cosas mas graves, Miranda. Despreocupate.

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  3. decime que el paquete estaba abierto! pq sino le podemos hacer un juicio a sonrisas ajajaj

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  4. Sarabaraba> no cayo al piso, estaba impreganda de hormigaaaaas y me las comi toditas cual Alejandro Marley viajando por el mundo!
    Carrusel> estaba abierto, bagley no tiene nada que ver esta vez.

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  5. son los costados no tan agraciados de Charcas central. Tenemos esa clase de inquilinos por lo visto.

    Hay que cerrar los paquetes con mas dedicación, o cuando suban los sueldos y afloje la inflación, comprar frascos hermosos de vidrios porta galletitas.

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  6. Ah! Fue en Charcas Centraaal jaja ya me parecia raro que esto sucediera en la casa de Cris.
    Prox regalo para charcas: un frasco para las galletas.

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  7. vos misma lo dijiste miranda marley hace lo mismo, claro q a él le pagan por omerse hormigas, pequeño detalle

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  8. hace poco tuve cierta dificultad con paquete de sonrisas. las abrí y me topé con esos bichos de la harina. Indignadísima maileé a atención al consumidor de empresa en cuestión. Con las guerreras ya estábamos imaginando la recepción de al menos 10 paquetes de sonrisas. pero alguien entró a mi oficina y se manducó como tres sonrisas y lo que es peor, se comió la evidencia. fin del sueño de las guerreras.

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