jueves, 28 de octubre de 2010

La abanderada de los ignorantes

Ayer escuché a una chica, militante política, decir en un programa de televisión: "Si sos joven y no militas, qué estás esperando?". Me quedé mirandola fija, después viré la mirada hacia el piso y me quedé pensando. Callada, por dentro y por fuera. Militar. Cómo, por qué, por quién.
Se murió Nestor y yo no sé qué pensar. Me defino tristemente como una ignorante. Alguien que intenta dejar de serlo, pero no puede. Alguien que busca oír campanas, que intenta con todas sus fuerzas no tirar para el lado más fácil. Aguien que quiere saber la VERDAD, la posta. Alguien que quiere armar un bandera y gritar a favor de alguien.
Pero aún no lo logro, porque no entiendo nada, porque todo me confunde, porque todo me huele sospechoso, la derecha, la izquierda, arriba y abajo.
Y me pregunto, donde nos situamos los ignorantes. Dónde estamos?
Una vez me dijo uno de mis hermanos, algo asi como, no tomar una postura, es tomar una postura en sí. Que si una lancha se queda en medio del mar, sin motor, no se queda en ese lugar, sino que se mueve, indefectiblemente para algun lado. Entonces yo pienso, para qué lado voy, para donde está yendo mi lancha sin motor? Me muero de ganas de prenderlo y darle derecho a la dirección elegida.
No está bueno, queridos compañeros ignorantes como yo, quedarse ahí, en medio del mar diciendo: ni idea.
No está bueno no poder opinar, no poder llevar una camiseta.
No está bueno repetir palabras que escuchamos en la mesa, como si fueran nuestras.
No está bueno hoy llorar a Nestor porque sí, no está bueno odiarlo, porque es lo que escuchamos y leemos.
No está bueno ser ciudadano, mayor de dieciocho años, y no saber a quién votar, porque no tenemos ni idea qué es la política.
Hoy no pensé en Nestor. Hoy pensé en los argentinos, en el champagne de los que festejan, en el llanto de los de plaza de mayo, en las peleas, en el fervor, en la disparidad, en la ironía. En la lógica, en la razón y en los sentmientos. Y pensé sobre todo, en los que no sabemos qué pensar. ¿Qué mierda estamos esperando?