sábado, 28 de noviembre de 2009

La cueva

En mi cueva hay olor a mañana encerrada. Hay una taza de café con un resto congelado. Hay un rollo de papel higienico junto a la cama, dos cámaras de fotos esperando aburridas, una planta alta de hojas escasas y enormes.
Hay restos de todo. No hay nada completo.
Mi cueva tiene entrada, pero ni indicios de salida. Es inmensa. Entran recuerdos de todo tipo y tamaño, entran en procesión incesante, sin cita previa. Mi cueva esta repleta de fotos sin contextura alguna, mire donde mire, siempre hay alguna pegada al techo, contra la pared o la puerta. Son millones. Son las más perfectas que haya visto en mi vida, pero me irritan como el ácido mismo. Son tantas. Me marean. Incluso si cierro los ojos, se meten en mis pupilas y las veo con toda claridad. Todo el tiempo.
Mi cueva huele a rancio, huele a mí misma, creo que me estoy pudriendo. Los riñones hacen ruido, el estómago se desprende, el pulmón derecho comienza a quebrarse. Debería hacerme ver, siento adentro la descomposición lenta y progresiva. Tal vez si metiera los dedos, vomitaría y lavaría, pero nunca pude hacerlo. Quiza haya un líquido que me salve. Moriré?
Mi cueva no tiene ventana, se está enfermando hasta el aire, y las fotos comienzan a estropearse, las figuras que hay en ellas se deforman y los colores no son más que sepia envejecido.
Si me trepo al sillón quizá pueda agarrarlas, guardarlas y rescatarlas de su muerte, pero las piernas ya no me responden, no puedo hacer nada para salvarlas. Los recuerdos comienzan a bailar en círculo y al tomar fuerza, forman un remolino aterrador, me rozan la cara y por momentos me enriedan el pelo, pero no llegan a meterme dentro. Me quedo petrificada en un rincón de la cama. No voy a morirme en mi propia cueva, pienso.
Entonces cae una de las millones de imágenes, se me pega al codo y la tomo inútilmente en mis manos, se desintegra por entre mis dedos y queda entera nuevamente sobre mi pierna. La miro, me mira y entonces me meto adentro, mi madre me abraza y yo tengo dos días de vida. Me quedo dormida en su cantar, por fin. El sanatorio huele mil veces mejor que mi cueva.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Goodbye Karen

Recién llegué a casa, estaba Karen, estudiante americana, en el living con sus amigas. Hoy es su último día en Buenos Aires, ya tiene todo preparado para irse. Hasta el momento no tenía ni la menor idea si eso la ponía feliz o triste. Desconozco por completo qué siente Karen, qué piensa, qué le pasa. Como si fuese un fantasma que vive del otro lado de la pared de mi cuarto.
Sus amigas le daban cartas, fotos, besos. Había torta de chocolate y champagne. Me ofrecieron un pedazo, acepté y corrí a refugiarme en mi cama con el plato y un café con leche.
En eso escucho un especie de llanto, entorno la puerta y espío.
Veo un cuadro increible, cuatro amigas al rededor de la mesa, tomadas de la mano, como si fueran a rezar. Quedé helada. La más rubia lloraba e intentaba hablar. En un inglés acongojado sólo pude entender que se despedían. Y otra vez, miré sus manos, que no dejaban de frotarse los pulgares. Las lágrimas fueron contagiandose progresivamente y como si lo hubieran ensayado, una por una, habló, esperando su turno.
"you were like home"
"you are beautiful"
"realy realy miss you"
"you cant imagine"
"I cant remember how was my life before you, girls"

Entonces la vi a mi hermanastra americana, diciendo palabras que realmente no llegué a escuchar y llorando sin parar, pero lo más increible, era que sonreía inmensamente.
Y entendí, sobrecojida por el llanto yo también, que Karen había vivido una experiencia inolvidable, que no era solo aquella chica callada que cenaba de vez en cuando con nosotros y que se dedicaba a experimentar la noche porteña día tras día, Karen quizá había cambiado su vida para siempre, quizá había descubierto quién realmente era durante todos estos meses, recorriendo Callao, Corrientes, Santa Fe. Quizá Karen esté sufriendo este desprendimiento, tanto como yo. Y nunca, nunca jamás me di cuenta.
Y lloré viendo que estas yanquilandias se despedían tan sinceramente. Se dijeron todo, con las manos, con las lágrimas, con los ojos. No querían desarmar el círculo, como si al hacerlo, todo lo vivido se fuese a esfumar.
Me enamoré de ellas.

Comprobé una vez más, que desde el zócalo, uno no puede ver qué pasa al rededor.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Hable con Rita II

Rita sale con sujeto deseado, luego de haber sido ella quien inicie el reencuentro mediante invitacion telefónica. - Hola Chongo (seudónimo para no develar identidad), llamo para decirte que mañana tenés cita. Hasta aqui mi parte, el resto tendrás que hacerlo vos, como pasarme a buscar, pagar, etc -
Increíble destreza femenina. Aplausos de sus dos testigos, Rubia y yo.
Esto nos escribe mi amiga, luego de salida con sujeto.


"Hasta próximo aviso estoy sin celular!!!!!

Si fuera mas estratégica, diria que me lo olvide a próposito en el auto de Chongo . Y asi tendria una excusa para volver a salir.
Me llevé táctica y estrategia a marzo, y sin embargo el CHABONCITO TIENE EN SU PODER MI CELULARRRRRRRRRRRRRRRRRRR !!! sisisis, soy a pedal, me lo olvidé.
Me lo manda en una moto en el transcurso del dia.

Antes pueden mandarle mensajes porno a él.
Tal vez le cabe el menáge a trois."



Nota de Miranda: obviamente llamé para ver si "Chongo" atendía. Intento inútil. Por cierto, qué pensaba conversar? "Que tal, quería ver si tenías voz de caño, contame qué tal la salida con mi amiga Rita, bien?" Como diria la loca de mierda, me parece un poco fuerte. (Aclaración, llame antes de leer lo de menage a trois....!)

Domingo 23 hs. Larga charla sobre la vida, la soledad y lo complicado del ser humano. Mi amiga termina concluyendo la idea:


"NECESITO QUE MI EX ME DE MURRA"


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jueves, 19 de noviembre de 2009

Si comparás...

Peor es ser viejo y que te falte el aire al caminar. Peor es vivir de guardia en un hospital y no tener tiempo ni para amargarte. Peor es que nadie te llame para ver cómo estás. Peor es tener olor a chivo crónico. Peor es usar peluca. Peor es llamarte Calder y que tu mamá sea Jimena Cyrulnik. Peor es que se te vuele el techo de tu casa en una tormenta. Peor es ser policía. Peor es drogarte para salir de la mierda. Peor es fingir la risa. Peor es permancer en la indiferencia. Peor es ser ignorante. Peor es que nada te interese. Peor es ser infiel. Peor es no ver más allá de tu pera. Peor es no tener la posiblidad de escribir un blog, cantar una canción, mirar una película o algo para correr a toda velocidad lejos de tu oscuridad. Peor es no tener una causa. Peor es resignarte. Mucho peor, es no saber querer bien.

Peor es casarte con Sofovich, definitivamente.





Tan mal no estamos....

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lunes, 16 de noviembre de 2009

Yo. Secretaria

Este universo se limita a pocos metros, a la derecha podemos observar un fax, un teléfono y un posnet, de frente un maravilloso escritorio con reloj, tres cuadernos, fichero de los 70, mis cerealitas y llaves. Detrás de mi refugio, esperan las fieras.

Desde las ocho van llegando, kinesiológicamente, uno tras otro.
Las fieras acompañan a los pacientes que vienen a realizar durante cuarenta minutos, sus sesiones de ultrasonido, magneto, reeducación postural, etc.

Vilma lo acompaña, por ejemplo, a David, lunes, miércoles y viernes.

Él se para de su silla de ruedas y se va con la kinesióloga de turno. Ella, espera como un soldado en la sala de esperas. Pobre Nidia.
Será que soy muy observadora o es que a mí los personajes me persiguen? Es posible que esté chateando con mi amiga María y en eso el ojo se me vaya un poco, solo un poquito a la izquierda y la vea? Por qué? Por qué tuve que verla.
Nidia, de unos 50 años, 90 kilos y quién sabe hijos o marido, degustaba un Pico Dulce en el segundo anterior a que la mirase, porque cuando lo hice, ya tenía el chupetín, del lado del palito blanco, metido en su oído, haciendo las veces de isopo antihigiénico. OMAIGOD!!! rasca que te rasca el palito ahí adentro, es necesario Vilma? Ella, no se crean que tuvo ningun tipo de pudor, no, con la otra mano sostenía la revista Cosmopolitan, me pregunto si se estaría excitando con algún artículo del estilo: "10 consejos para manejar su paquetito" Muy concentrada estaba Vilma, quiero creer que no se dio cuenta, cuando terminó el momento isopo, siguió dandole al chupetín como si nada hubiera ocurrido. OMAIGOD, Nidia, por qué me haces esto.
Le cuento a María, ella se reía más que yo, que por las carcajadas me tuve que tapar la boca, para no despertarla. Porque claro, después de los 10 consejos sexuales, quedó tan agotada de solo imaginarse a sí misma ejecutándolos, que se quedó frita, revista en mano, cabeza para atrás y palito blanco saliéndole de la boca cual chimenea. Una imagen imposible de olvidar. Pobre Vilma.
Cuando por fin pasan los cuarenta minutos, vuelve David. La kinesióloga lo ayuda a sentarse en la silla y Nidia despierta. Falta firmar el papelito Miranda, me dice. Asique paso la tarjeta de la obra social, sale el ticket, lo apoyo en la mesita, adjunto lapicera y digo: Vamos David, un autógrafo (cómo odio la gente que dice un autografo en vez de firma, por qué lo hice? me quería hacer la mina canchera que le copan los viejos? un asco lo mío). David con todo el esfuerzo del mundo, alza la mano, toma la lapicera y empieza a revolear los dedos como para llegar al incio de la línea punteada. Tanto fue el revoleo que la birome desapareció en el aire.
No la veo al rededor. David, se le debe haber caído encima, fíjese. El pobre no pega pié con bola, clarísimo está, ni siquiera entendió lo que le dije, menos iba a buscar la lapicera.
Intento de nuevo. David, fíjese si tiene la lapicera encima, no lo veo desde acá atrás.
Y nada, pobre David, me miraba desorbitado. Entonces actúo, no queda otra. Doy la vuelta al escritorio, me acerco a su silla y la veo. Demonios. La lapicera estaba ahí. Por qué me pasa esto. La maldita lapicera estaba ahí, justito, no pudo haber caido peor, no encontró mejor lugar, tenía que ser ahí, al lado de su paquetito. OMAIGOD.
David, ahí esta. Agárrela David, vamos!!
David me mira, abre los ojos y en un balbuceo me dice: qué?
Que la lapicera David, se le cayó ahí, agárrela hombre, la ve? está ahí.....la lapicera Daviiiiiiid!!!!
Se suponía que tenia que meter mano yo? Pobre señor mayor!!!! Y Vilma??? Que onda Vilma??? Esperaba que le meta los dedos a las partes íntimas de David???
Bueno, sí. Se ve que sí, porque no reaccionó. Tuve que tomar el toro por las astas y entrarle al paquetito. Cerré los ojos, metí mano y la rescaté. La Bic esta a salvo. Y David, seguía sin enterarse de nada. Pobre, si al menos fuese conciente, a la tarde tenía anécdota para contarle a los muchachos del bar.

David, Vilma y el chupetín se fueron. Quedé exhausta. María, del otro lado seguía haciendose el día conmigo. Y yo que pensé que después de OSDE no iba a tener más anécdotas. OMAIGOD.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Yo . Tejedora

Paso, vuelta y saco.
Pobre Rita se fue al campo, mirá el día que hace.
Cinco mails para día domingo está bastante bien.
Paso, vuelta y qué dura esta lana de mierda, saco.
Cómo habla, sin parar, es una santa, si no se banca a la hermana e igual le habla como si fuera su íntima amiga.
Paso, vuelta y esta vez sale como con manteca.
Me parece que me esta quedando muy larga.
Me conecto, quizá se conecta, pero dos días consecutivos no me va a hablar, sería demasiado.
Está la gorda, le hablo, cuando venga esta tarde le muestro los puntos.
Paso, vuelta, se me sale...grito: mamá! pero lo soluciono sola.
En la computadora Lucía le dice a Ugli: crees en los astros?
Y me acuerdo, me acuerdo de piscis, me lo habían advertido.
Paso, vuelta y saco. Qué velocidad estas tomando Miranda.
Me voy al carajo, pienso en Felix al timón, pasando por Ilha Feia, a esta hora ya termina su recorrido. Me voy más al carajo, si me viera Memé con las agujas bajo las axilas, le coparía. Vuelvo acá, a mamá le sale sangre del labio por el herpes, pobre.
Me quedan cinco puntos para terminar la vuelta. Voy excelente. Estoy muy bien. Muy bien.
Pepe no me contestó el mensaje, no sé como le fue en el concierto y no aparece.
Me acuerdo del sueño, otro de mis hermanos, sufría, estaba solo. No se lo digo ni loca, a ver si le emboco con la realidad.
Paso, vueeeelta, mierda se salío de nuevo. Paciencia, concentrate y arreglalo. Bien.
Qué voy a hacer? No tengo ganas, que lo piense otro. Me meto de nuevo con Lucía y Ugli, me cansa que no se besen, me aburre tanto rodeo, encima ella no hace nada útil para lograrlo.
Paso, vuelta, saco, divino. Más rapido otra vez, vamos, muy bien, me quedan dos.
Dos y diecisiete, definitivamente llega el almuerzo, el peor momento del domingo. Dejar los puntos, dejar la computadora, dejar mi cama. Amo mi cama, amo mi cuarto, amo mi laptop, amo mi pijama que no es pijama sino menjunje, amo mi microuniverso, que cualquier tonto definiría como deprimente. Se equivocan, yo me deprimo en un campo de flores, no entre las nubes de este domingo encerrada en el cuarto del medio, mi hogar.
Paso, vuelta, saco.

Ya escucheeee!! Ahí voyyyyyyyyyyyyyyy!!!




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viernes, 13 de noviembre de 2009

Viernes

Ay, qué penita con su paragüas verde, roto, destartalado.
Iba ella con su penita chapoteando y esquivando contrincantes.
Qué penita la muchacha con su cobertor inútil.
Daba pena, las patitas apuradas y su triste expresión.
Iba ella y sus patitas y su penita chapoteando.
Ya paró, ya más no, qué penita la muchachita.

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martes, 10 de noviembre de 2009

- miseria gorda -

Alguna parte de adentro mío no esta a gusto con alguna parte de adentro mío.

Piensa que la vida es una mierda, que no le parece nada bien lo que está pasando, esta en total desacuerdo con la actual realidad de su existencia, que no quiere seguir siendo parte del conjunto de adentro mío, que no le interesa en lo más mínimo colaborar con el pujante proceso hacia la felicidad, que si pudiera se desintegraría porque esta nueva empresa, le sienta de lo más repugnante.

Estoy intentando encontrarla para decirle un par de cositas.

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lunes, 9 de noviembre de 2009

Una abajo



When you try your best but you don't succeed
When you get what you want but not what you need
When you feel so tired but you can't sleep
Stuck in reverse.

And the tears come streaming down your face
When you lose something you can't replace
When you love someone but it goes to waste
Could it be worse?

Lights will guide you home
And ignite your bones
And I will try to fix you

And high up above earth or down below
When you're too in love to let it go
But if you never try you'll never know
Just what you're worth

Lights will guide you home
And ignite your bones
And I will try to fix you

Tears stream, down your face
When you lose something you cannot replace
Tears stream down your face and I...


Tears stream, down your face
I promise you I will learn from my mistakes
Tears stream down your face and I...


Lights will guide you home
And ignite your bones
And I will try to fix you.



Chris Martin - Fix you.

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Una arriba

Única, verdadera, transportadora, fresca, arrebatadora, fugaz, fuerte, ligera, una de mis preferidas......ojalá les guste.



"Porque yo me desierto y tú me lluvias,
porque me océano y me balsas,
porque me otoño y tú me hojas,
porque me sótano y me alas,
por eso yo te músico y me músicas,
por eso yo te potro y tú me frutas,
y yo te marinero y me tabernas,
y yo te remolino y me lagunas,
por eso yo te circo y tú me infancias,
por eso te amarillo y me amarillas,
y te barco y me arenas,
y te astro y me noches,
y te buzo y me perlas,
y te campo y me flores,
por eso yo te viento y tú me crines,
por eso te crepúsculo y me auroras,
por eso yo te cielo y tú me golondrinas. "


Pablo Mairal, Por eso

(Gentileza de La perla -literaria- de la semana)

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sábado, 7 de noviembre de 2009

Chica busca a chico a las 4 de la mañana vía sms:

Ella: Te quiero ver
Él: Andrés?

Hable con Rita

"No quiero ser como esas mujeres de 40
que cuelgan cuadros abstractos en la casa, entendes?"

jueves, 5 de noviembre de 2009

Fueron

La llamaste y cuando atendió no te diste cuenta, pensaste que seguiría llamando, pero a la tercera dijo, hable. Tardaste unos cinco segundos, no habías pensado absolutamente ni una palabra, ni siquiera el tono de voz, menos, el motivo del llamado. Discaste por el mero placer de saber que en su casa sonaría el teléfono, te dio gusto apretar número por número, aquellos mismos que marcaste en tu juventud. Pero jamás pensaste en el después. En el nosotros. En el hablamos. En el vos y yo. En el estamos otra vez palabra a palabra, tu boca, mi voz, tu acento, tu modo cerrado, tus eses tan molestas. No pensaste nunca en volver a oirla.
Te presentaste, con nombre y apellido, te sonrojaste, te sentiste ridículo. Ella repitió tu nombre y luego tu sobrenombre. Se atragantó con la saliva y te preocupaste. Las palabras corrián muy lento y como si tuvieras la capacidad, paralelamente tu cerebro habló otra lengua y te torturó, comenzó a perseguirte y de la cabeza pasó a la boca y preguntaste por fin, si le molestaba tu llamado. Con la mano que tenías suelta te apretaste el entrecejo, tratando de hacerte daño, tanto como para sentir dolor y tapar la verguenza que te corría por el cuerpo. Una vez más te sentiste ridículo.
Después de unos minutos cansinos, arduos, dudaste en terminar la odisea telefónica, pero justo cuando ibas a tomar el valor de cortar, ella te volcó una bocanda de aire y la tomaste de un sorbo y avanzaste más jóven y liviano que nunca. Entonces te animaste, comenzaste a entrar en ella y ella te respondió, más hermosa que en toda su vida.
Supiste que era la muchacha del vestido violeta, la que te acompañaba en el asiento de al lado, la que se reía de tus chistes sin sentido, la que te miraba pensando que no la veías, la misma que te dio todo, a la que un día, hace mucho, quisiste.
Se lo contaste interrumpiéndola y ella calló. Pensaste que estaba llorando, pero con toda firmeza no se lo preguntaste, no querías volver a apretarte la frente. La sentiste tomar aire y escuchaste la dulzura de su final. Te dijo que se sentía tremendamente feliz de saber que lo hiciste, que cumpliste la promesa, realizaste tu sueño, aunque haya sido, lejos de ella.

Alejaste el tubo, lo miraste y por un momento te sentiste inmensamente desgraciado.

Entonces recordaste el intringulis de hace 35 años.
La capacidad de olvidar, es proporcional a la de amar?

martes, 3 de noviembre de 2009

Imprudente

Su mamá le puso León, lo crió como un rey. Y como todos los reyes, tiene sangre azul, espesa y fuerte, muy fuerte. Hoy esperamos que esa sangre se coagule, si no, no le pueden sacar la cánula que esta mañana le pusieron para el cateterismo.
León no es como el resto de los mortales, León no piensa como piensan los padres, no actúa como actúan los esposos, los hijos, los hermanos, los amigos. León es distinto.
León piensa, respira con dificultad, viaja a traves de hojas de papel, escribe su propia historia en cursiva, pero, básicamente, siente.
León no siente como el resto de los mortales, León siente distinto. Su corazón, estropeado, machucado, intervenido, medicado, solo vive de oxígeno fresco, no deja pasar ninguna otra cosa, su músculo solo late al compás de lo maravilloso. León siente cada cosa, como si fuera la útlima vez. León solo mira con su corazón.
Hoy está debil, cansado, pero ruge a más no poder. O es que algun león alguna vez se quejó de sus miserias? León me miró y me lo dijo todo. Más tarde, cuando ya no estaba, habló con su mujer y pensó en la vida.

- Si tuviera que invitar a mi cumpleaños a tres amigos, serían el Negrito y Marcos, pero ya no están más, con ellos podía hablar de tantas cosas. Entonces invitaría a Mario, a Rolando y a Carlos, pero son insoportables. Decime vos por qué los quiero tanto. -

También me mandó a decir algunas cosas sobre la felicidad, la esperanza y la lucha, que me lo reservo para mí. Queda entre León, su leona y yo.

No sé que piensa de mí, hoy dijo que soy muy inteligente y que me doy cuenta de muchas cosas, pero también sabe que su Miranda es un poco tarambana.
Ojalá sepa que gracias a que un día se acercó a mi cuarto, me regaló un texo y me lo dijo, no soy prudente. Que le tengo terror a los futuros, pavor a lo desconocido, miedo indomable a lo tentador e inseguro, pero voy de lleno, soltando la melena al viento, como un león.

Ok, mañana te lo digo en Blanco Encalada.

domingo, 1 de noviembre de 2009

No, si tan mal no estamos

Un día le pintó decir al copado de Lennon que, la vida es lo que te sucede mientras te empeñas en hacer otros planes. Muy arriba, no? Buena onda John.
El tema es que yo, Miranda, un buen dia volví a las pistas, pensando que eso ya había terminado para mí. Pero no, no si la vida es una mierda. Y el tipo este un poco de razón tenía, mientras la vida me llevaba para el cheboli, yo me empeñaba a jugar a la ama de casa. Decime vos para qué, si al final iba a terminar de broncas con un pobre patova.
Dicen que ando un poco ácida. Que necesito terapia. Que tantas cosas...
Decime vos si no es imposible ir para donde a la vida se le da la gana que vayas, con noches como estas.
Resulta que me animé, fui, bailé, salté, canté, grité. Como a las 4:30 no soporté más y me senté en un escalón. Al lado la rubia, charlando con uno igual a García Bernal. Los pies me agradecían el reposo, los oídos aún me estallaban, pero estaba todo bastante bien. Hasta que de pronto siento un cuerpo extraño atrás mío, haciendo un movimiento exótico. Doy vuelta la cabeza, estaba por encima mío, arriba de mi escalón. Veo un sujeto vestido de negro haciendo una especie de danza del orangután, el tipo movía ambas manos de arriba a abajo, realmente como un simio. Y nos miraba. Me miraba. Algo decía con sus ojos, su ceño fruncido y su vaivén animal incesante. La rubia y Gael se levantaron en seguida. Yo me quedé en la misma posición y por un momento pensé, este no me estará pidiendo que me levante con este gestito, no? Seguí esperando que el hombre mono me hable. Pero no, me miró enojadísimo y apretando los labios hizo una vez más el gesto, esta vez con más velocidad, arriba, abajo, arriba, abajo, en milésimas de segundos. Que me levante? Este querrá que me levante? No, el tipo me lo diría, no puede ser. Entonces, antes de que me haga: uh uh ah ah, se rasque la panza y me pida una banana, me incorporé levemente y le pregunté: Disculpame, me querés decir algo? Y el gorila me dijo: que te levantes. Aha, mirá vos, que me levante. Y decime, le digo, el movimiento orangutanezco, era por algo en especial? (y reproduzco el gesto, por si no había quedado claro el por qué de mi disgusto) Es que no se escucha linda, no sé si te das cuenta el volumen de la música del boliche. Bueno, a ver, qué momento, cómo explicarles. Le dije que así como estabamos manteniendo una conversación voz a voz, también podría haber escuchado perfectamente su, chicos, se pueden levantar? Pero Godzilla no entendió el mensaje y un poquito se enojó, subió un tanto la voz y me dice: No te das cuenta que estan cortando la circulación?!?!?!?!?
Entonces lo supe, la ira había pasado, era un caso perdido. Lo tomé de la mano, a lo Madre Teresa y le dije: Ves que podés hablar, ves como se solucionan las cosas? Ya me levanté, quedate tranquilo.
Me di media vuelta, bajé mi escalón y entonces los vi, la rubia y Gael petrificados ante mí, con una expresión que se podría definir como: no estás sola, hay profesionales que te pueden ayudar.

No, si la culpa la tiene Lennon.


Rococó

Si hubiera tocado con la palma tu espalda.

Si hubiera besado el espejo en el que te quise.

Si hubiera hecho la cama más despacio, sin la rutina.

Si te hubiese untado el pan como si fuera el último.

Si te hubiese confesado eso, lo del año pasado.

Si hubiese podido sacar esa canción, te la habría cantado.

Si hubiese repasado con los ojos, el cuarto de invitados.

Si le hubiera dicho adiós al rincón de la ropa sucia.

Si hubiera despertado con el alma más fresca.

Si me hubieras mirado con olor a nunca más.

Si hubiera sabido que era nuestra última mañana,

no me hubiera ido jamás.

Desde cero

Confesiones de mujeres de treinta, monólogos femeninos, historias sobre citas, repudios hacia el sexo opuesto, ensayos existenciales, relato de un diálogo en el baño con una amiga, recetas de cocina, ficciones y diarios intimos verídicos. Mujeres que vomitan sus miserias por escrito, vamos. Blogs? miles. Explicame qué necesidad. Qué necesidad tengo de hacerme la cocorita públicamente. Es cuestión de vida o muerte que yo tenga que jugar al Gran Hermano virtual? Dale, en serio, vas a ser una más?
Y no, te digo la verdad, no me cambia la vida, pero sabés, sabés qué pasa, sabés por qué lo hago, porque se me da la gana. No hay más razón que esa. Se me da la gana. Y decime vos por qué te tengo que estar explicando el por qué, cómo, ni cuándo.
Y además, quién no necesita sacar afuera. Lo mío, lo tuyo, lo de...sí, ya sabés quien, siempre hay de dónde sacar escuchame.
Y mejor si encima, la historia recién empieza. Bueno, no empieces con que siempre digo lo mismo. Y si es así, qué pasa. Y si hay tantos comienzos como uno quiera? Y si siempre es un comienzo qué pasa. Y si ahora estoy a punto de empezar, qué. Qué pasa. Y si te digo que si doy un paso, un solo paso, vuelvo a empezar? Qué pasa, decime qué pasa.
Ja, te moris de miedo. Ves? Y después me decís a mi....